200 ANIVERSARIO DE LOS PRIMEROS VOTOS DE LAS HERMANAS.

Por fallecimiento del Arzobispo D. Manuel Vicente Martínez y Jiménez, el Vicario General, Gobernador del Arzobispado, D. Francisco Amar, Canónigo de la Santa Iglesia Metropolitana de Zaragoza:
"En uso de la autoridad eclesiástica ordinaria que ejercemos las aprobamos y confirmamos por ser las más conformes que puedan dictarse para llenar los fines y objetivos que en la materia merecen atenderse, como también que han de redundar en el mejor servicio de Dios Ntro. Señor, de Nª. Sª. de Gracia, edificación de las almas y en mayor utilidad de los Enfermos."
La única razón de ser del Instituto, queda clara en el primer capítulo: "Nadie tiene mayor amor que el que da su vida por sus amigos. (Jn 15,13)"
Y en páginas más adelante en las que les insiste a las Hermanas que vean en los enfermos, en los niños, en los que sufren:
"a unos hermanos suyos en Jesucristo, y al mismo Jesucristo que gusta de ser reconocido y reverenciado en sus pobres y recibe cuantos servicios les hacen, como hechos a su misma persona, que tales los presenta la eterna e inefable verdad de Dios a los ojos de nuestra fe. Alumbradas de esta luz que jamás deben perder de vista, y considerando cada día que a la hora menos pensada puede llegar a su sala Jesucristo en la persona de alguna enferma, tendrán siempre prevenida y bien dispuesta alguna cama."
El 10 de julio de 1824 las aprueba y remite a la Sitiada que, en Junta del 15 de julio de 1824, determina que se impriman y se lleven a ejecución. Por fin la Hermandad pasaba a ser congregación religiosa de Derecho Diocesano. La primera, en España, de vida apostólica.
El Director, D. Narciso Olivas, en grupos, les da Ejercicios espirituales y durante un año las prepara para los primeros votos que hacen, el 16 de julio de 1825, trece Hermanas, es decir, las que llevan más de un año de hábito. De éstas, las tres Hermanas que habían venido con el grupo fundador -María Ràfols, Tecla Canti y Raimunda Torrellas- y la Hna. Teresa Rivera, hacen el Juramento de Estabilidad, el 15 de noviembre de 1825. Otras cuatro Hermanas -Cecilia Aparicio, Mariana Brunet, Josefa Codina y Teresa Periú- lo hacen el 25 de noviembre de 1825 y las restantes Hermanas -Jerónima Carreras, Ana Mª. Barbera, Serafina Valls, Nicolasa Jiménez y Mª. Dolores Muñoz- el 16 de diciembre de 1825. Todas prometen permanecer toda la vida en la Hermandad.
Finalmente, el 16 de julio de 1826, todas las que habían hecho el Juramento de Estabilidad "emiten ya sus votos por el tiempo que permanezcan en la Hermandad", a la que habían prometido permanecer toda la vida.
- HNA. Mª LUISA FERRERO ARNER, Y la semilla dio fruto I. Historia de la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana, pág. 54. -
200 años después, nos unimos en acción de gracias a Dios por la fidelidad de Madre María Ràfols y nuestras primeras Hermanas... Por la fidelidad cotidiana de tantas Hermanas... Seguimos en Vereda Congregacional...