Cultura del cuidado

Hoy nos vemos desafiados como Pueblo de Dios a asumir el dolor de nuestros hermanos vulnerados en su carne y en su espíritu. Si en el pasado la omisión pudo convertirse en una forma de respuesta, hoy queremos que la solidaridad, entendida en su sentido más hondo y desafiante, se convierta en nuestro modo de hacer la historia presente y futura, en un ámbito donde los conflictos, las tensiones y especialmente las víctimas de todo tipo de abuso puedan encontrar una mano tendida que las proteja y rescate de su dolor (cfr. EG 228).

Con las palabras del Papa Francisco queremos fundamentar la razón de ser de este Manual de la "Protección de la Integridad y Libertad Personales" (Click aquí si deseas descargarlo)

Puedes informarnos de forma totalmente confidencial sobre cualquier incidencia:

Email: proteccionhcsa@chcsa.org 
Dirección Postal:  C/Madre Ràfols, 13 -50004 Zaragoza

 

Podemos decir que nuestro servicio está caracterizado por la escucha, la acogida, el respeto, la valoración de la persona, la bondad de trato, la humildad y la mansedumbre…Valorar y amar a la persona, viendo en ella a Cristo, es un dinamismo que nos acompaña y forma parte de nuestra espiritualidad.
El Papa Francisco en el Pacto Educativo Global, y nuestro Proyecto de Evangelización en el Cap. IV, nos recuerdan que “el centro de nuestra acción evangelizadora es la persona íntegramente considerada. El análisis de la realidad que realizamos, tiene como finalidad proponer nuestras intervenciones evangelizadoras como respuesta a las necesidades concretas de la persona, de manera que ésta pueda llegar a ser ella misma. Ser fieles a Dios nos pide ser fieles a la persona en una misma actitud de amor” .

La preocupación por la persona nos exige, a su vez, denunciar todo aquello que ponga en peligro su integridad y/o libertad, como nos anima a realizar el Papa Francisco. Por todo ello, vemos la necesidad de tener un documento con pautas y procedimientos a seguir, cuando alguna de nuestras Hermanas, o de las personas que comparten con nosotras vida y misión o trabajan en nuestras Comunidades y/o Centros de forma remunerada o voluntaria, sean acusados de maltrato o abuso, lo sufran o sean testigos de ellos, bien en nuestros Centros, o bien en nuestras Casas de Formación, de Gobierno o Comunidades.

Este documento tiene la finalidad de concienciarnos y de ayudarnos a vivir una vida sana y auténtica preocupándonos de los más indefensos y vulnerables, viviendo los valores que nacen del Evangelio y que nos transmitieron Juan Bonal, María Ràfols y las Primeras Hermanas. Al mismo tiempo, es un signo de que nuestra Congregación reconoce la gravedad del abuso en cualquiera de sus formas y se compromete en el cuidado y protección de todas las personas, especialmente las más vulnerables.

Cada Provincia o Delegación lo adaptará a su realidad, a las leyes del país, Comunidad Autónoma, Región, Departamento, Estado, y se comprometerá a poner en marcha esta forma de entender y vivir la “Cultura de la Hospitalidad” que promueve la Congregación de las Hermanas de la Caridad de Santa Ana.

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