SANTA MARÍA DEL PILAR

“En actitud de fiel respuesta a la llamada de Dios, Padre Juan Bonal y Madre María Ràfols, con once Hermanas y doce Hermanos, salen de su tierra y llegan a Zaragoza el 28 de diciembre de 1804.
Ante Nuestra Señora del Pilar oran y ofrecen la naciente Hermandad, pidiéndole su protección y amparo para desempeñar con caridad y fervor el destino a que venían.” (Const. 2)
Junto a Santa María del Pilar nacimos, crecimos y estamos. (Cf. Const. 10)
A sus pies seguimos dejando nuestra Congregación, los Laicos de la Familia Santa Ana, destinatarios, personas con las que compartimos tareas, bienhechores, amigos, personas que en este tiempo sufren debido a la pandemia y sus consecuencias a tantos niveles… A sus pies seguimos agradeciendo y suplicando su protección y amparo en nuestro caminar cotidiano para ser mirada de fe, palabra de esperanza, ánimo y consuelo, gesto fraterno y solidario que acompañen y alienten a quienes tanto lo necesitan.