El día 8 de marzo de 1900 la Congregación compró el terreno denominado "huerto del oficio" al gremio de los cordeleros y otro huerto que pertenecía a un vecino que condescendió a venderlo al saber que en el terreno de su finca, se construiría una Iglesia y parte del Noviciado. Aconsejadas por personas entendidas, las Madres del Consejo General se decidieron por encomendar los planos y construcción al prestigioso Arquitecto D. Julio Bravo, quien hubo de presentar tres proyectos con los planos. El tercer intento satisfizo las expectativas de las Madres. El día 22 de septiembre de 1902 se comenzó la obra y el 15 de octubre se celebró el acto solemne de la bendición de la primera piedra. Terminada la obra y estando en condiciones de vivir en ella, el 10 de octubre de 1904, por vez primera, se quedaron parte de la Comunidad que residía en el Noviciado de la calle Mayor. Entre ellas, M. General Pabla Bescós y su Secretaria, M. Clara Núñez. A los pocos días se instaló el resto de la Comunidad. El día 16 de octubre de 1904 el Cardenal de Zaragoza, Juan Soldevilla, celebró la primera Misa, bendijo el edificio y nombró un capellán para la Comunidad. El día 16 noviembre de 1906 el Sr. Arzobispo bendijo la nueva Iglesia y, al día siguiente, tuvo lugar la inauguración con una Misa Pontifical. A lo largo de su Historia, el Edificio se ha ido remodelando, según las necesidades de cada época y la utilidad que se le fue dando según su evolución. La estructura exterior se ha mantenido integra. Fue sede del Noviciado hasta el año 2003. También pasaron en diferentes épocas las Terceronas, las Junioras y las Hermanas convocadas para los distintos periodos de formación. En la actualidad, sigue siendo sede de la Comunidad del Consejo General y de la Comunidad de Profesas, cuya función es atender las actividades programadas por el Consejo General y la adoración al Santísimo expuesto durante todo el día y una parte de la noche. En la misma Comunidad de Profesas existe una enfermería para las Hermanas. En cuanto a las actividades que se realizan en la Casa, podemos destacar la atención a los grupos de profesionales de nuestros Centros que acuden, convocados por las Hermanas del Consejo General, para participar en encuentros, talleres y cursos; a las hermanas de la Congregación, durante los periodos de Formación Permanente organizados para ellas. La casa también está abierta a grupos de personas que lo solicitan en régimen de media pensión o pensión completa. El objetivo es acoger y ofrecer, a quien viene, un lugar de silencio, oración, reflexión y trabajo desde nuestro carisma de Caridad hecha Hospitalidad.