San Isidro Labrador

Nace San Isidro Labrador casi finalizado el siglo XI, en 1082, iluminado con su ardiente fe al pueblo de Madrid.
Su amor a la Eucaristía, su entrañable cariño a la Virgen, toda esta vivencia de la Iglesia en plenitud, le impulsa a identificarse con el pueblo, con los niños, con los desvalidos, con los que sufren hambre de pan y del alma, con todas las criaturas de Dios, como adelantado y predecesor de San francisco de Asís.
Su caridad ilimitada, hace, que sus contemporáneos le admiren y le veneren como a un Santo, junto a su esposa Maria de la Cabeza, y que llegan a ser un solo corazón y una sola alma; matrimonio que bendice el Señor, concediéndoles un hijo, Illán.
La tradición le atribuye numerosos milagros.
Muere San Isidro el 30 de noviembre de 1172, sobre los 90 años, y es sepultado en el cementerio de San Andrés, su parroquia.
Cuarenta años después, en 1212, fue descubierto su cuerpo incorrupto.
San Isidro es patrón de Madrid desde ese año.