María Luz Mazón Gómez

Le has concedido el deseo de su corazón…
Le concedes bendiciones incesantes,
la colmas de gozo en tu presencia.
(Sal 20,3.7)

Nació en Celadas (Teruel – España) el día 31 de marzo de 1929.

Comenzó el Postulantado el día 3 de febrero de 1947. El día 15 de junio de 1947 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de junio de 1949. Hizo su Profesión Perpetua el día 15 de junio de 1954.

Formó parte de las siguientes Comunidades:

  • Colegio “Santa Ana”, Borja (Zaragoza - España).
  • Colegio “Santa Ana”, Zaragoza (España).
  • Seguro de Enfermedad, Zaragoza (España).
  • Seguro de Enfermedad – Traumatología, Zaragoza (España).
  • Hospital Infantil y Maternidad, Zaragoza (España).
  • Centro Oncológico, Zaragoza (España), donde ejerció el servicio de Superiora.
  • Sanatorio Psiquiátrico “Nuestra Señora del Pilar”, Zaragoza (España), donde ejerció el servicio de Superiora.
  • Residencia “Nuestra Señora del Pilar”, Caracas (Venezuela).
  • Hospital Psiquiátrico “San Juan de Dios”, La Habana (Cuba).
  • Hermanas Profesas de la Casa General, Zaragoza (España).

De familia profundamente cristiana, Hna. María tenía un tío Jesuita, el Padre Cándido Mazón, que conocía y apreciaba nuestra Congregación, y fue él, el que la encaminó a nuestra Congregación.

A sus doce años ingresó en la Escolanía de Vilafranca del Penedés (Barcelona). Aquí destacó por su sencillez, y disposición en el estudio y en los trabajos que se le encomendaban.

En 1990 fue enviada a Cuba. Fue una de las tres Hermanas Fundadoras en este país, en la Comunidad del Hospital Psiquiátrico “San Juan de Dios” de La Habana.
Aquí los Hermanos y enfermos la apreciaban de verdad, pero su salud fue empeorando y comenzó a perder la vista. Como no mejoraba a pesar de los cuidados que recibía, se creyó más prudente que regresara a España.

En un boletín del Sanatorio, el Hermano Vicente Martínez, entre otras palabras de afecto escribió: “Te marchaste, como habías venido: silenciosa, sin hacer ruido, como el aire que roza las flores y no las marchita, sino que las limpia con su pureza. Viniste, te hiciste presente, te fuiste, pero dejando un aroma suave de entrega, de cariño, de amor por donde pasaste”.

Y el Hno. Manuel Cóliga, en una preciosa poesía, termina diciendo: “Dejó con su vida, su vista, su salud y su virtud: que esa santidad que irradia, mueva a otra juventud. María, vete tranquila. Hiciste lo que debías, nos has marcado un camino ¡Benditos sean tus días!”.

En abril del año 2000 se incorporó a la Comunidad de Hermanas Profesas de la Casa General. Aquí fue perdiendo la vista y la visitaron varios oftalmólogos que no pudieron mejorar su enfermedad, sino que progresivamente iba empeorando. Hna. María nos dio ejemplo de paciencia y aceptación de la voluntad de Dios.

Quedó completamente ciega. En todo momento dio muestras de su virtud, pues nunca se le oyó quejarse, aunque sus últimos días fueron muy duros para ella.

Como dijo de ella el Hno. Vicente Martínez cuando salió de Cuba: “Y así te fuiste, Hermana María, sin hacer ruido pero dejando una estela de ejemplo, de caridad y de amor… Que el Señor te premie todo lo que has hecho por los enfermos”.

Hna. María fue un regalo de Dios para la Congregación y en las distintas tareas que le fueron encomendadas en España y en Cuba, donde acogió, educó, curó, acompañó y sirvió “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”.

Damos gracias a Dios por la vida de Hna. María; una vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 21 de noviembre de 2014 en la Comunidad de Hermanas Profesas de la Casa General, en Zaragoza (España), a los 85 años de edad y 67 de Vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!

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