Natividad Manzano Aylagas

Yo soy la Resurrección y la Vida.
(Jn 11,25)
Nació en Cantalucía (Soria - España) el día 8 de septiembre de 1950.
Comenzó el Postulantado el día 30 de agosto de 1970. El día 14 de marzo de 1971 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de septiembre de 1973. Hizo su Profesión Perpetua el día 30 de agosto de 1980.
Formó parte de las siguientes Comunidades:
- Hospital Municipal, Peñafiel (Valladolid – España).
- Casa Juniorado, Zaragoza (España).
- Colegio “Santa Ana”, Guadalajara (España).
- Colegio “Nuestra Señora del Carmen”, Portugalete (Vizcaya – España).
- Colegio “Santa Ana”, Portugalete (Vizcaya – España).
- Misión de Mugina (Rwanda).
- Sanatorio “Nuestra Señora del Rosario” – Cirugía, Madrid (España).
- Colegio “San José y Santa Elvira”, Torrijos (Toledo – España).
- Colegio “La Inmaculada”, Peñafiel (Valladolid – España).
- Residencia Provincial, Madrid (España).
- Comunidad de Hermanas, Collado Villalba (Madrid – España).
Hna. Nati heredó de sus padres esa devoción grande a María, modelo en su vida, compañera permanente de la que no se cansaba de hablar. Hizo suyo el lema de la Venerable María Teresa González de Quevedo: “Madre mía, que quien me mire te vea”, ya que ese era su deseo, ser reflejo del amor maternal de María.
Era la mayor de cuatro hermanos. Mujer enamorada de Dios, muy pronto siente en su corazón la invitación: “Déjalo todo, ven y sígueme” y le responde con generosidad.
Su deseo de hacerse religiosa sorprende a su familia, y aunque al principio esta decisión les costó a sus padres, sobre todo a su madre, no se opusieron al querer de Dios para con su hija.
Abierta al querer de Dios y haciendo vida en su vida el Hágase de María fue regalando su ser en las diferentes Comunidades y tareas a las que fue enviada.
Dedicó muchos años al Ministerio Pastoral de la Educación, donde destacó por su bondad, su sencillez y su entrega especialmente a aquellos que más lo necesitaban.
Mujer acogedora y con una gran capacidad de escucha y empatía. Dedicaba largos ratos de su tiempo a todo aquel que se acercaba a ella, buscando esa palabra oportuna, también ese silencio respetuoso o simplemente un gesto de cariño. Hace poco una de sus muchas alumnas, conocedora de que se encontraba ya en una fase terminal de su enfermedad, le dedicaba estas palabras: “Gracias Nati por cada recuerdo, anécdotas y cariño que nos has regalado… Nos quedamos para siempre con tu generosidad, disponibilidad, humildad. Y también con tu personalidad de una mujer pequeñita y frágil por fuera, pero muy grande, creyente y fuerte en su corazón…Despídete con serenidad y mucha paz porque Dios ya te está esperando con tu amada María, nuestra Madre, Jesús y todos los Santos y Santas que tanto leías y admirabas…se feliz y continúa cuidándonos desde el cielo”.
Estamos seguras de que este es el sentir de cuantos han tenido la suerte de conocerla, de ser parte de su camino.
Los últimos 14 años de su vida los dedicó al cuidado de sus padres. Al fallecer su madre volvió a la Congregación marcada ya por la enfermedad. Sus últimos meses los vivió en la Comunidad de Collado Villalba, dejándose cuidar por sus Hermanas de Comunidad, quienes le acompañaron en todo este proceso de enfermedad con ese toque delicado hecho con todo amor, con todo detalle, atentas a cada una de sus necesidades, buscando en todo momento su bienestar.
Hna. Nati vivió este tiempo desde una actitud de abandono sereno, inmensamente agradecida a las Hermanas de su Comunidad, a sus familiares, a todas las personas que cuidaban de ella, la acompañaban y la visitaban.
Fue un regalo de Dios para la Congregación y en las distintas tareas que le fueron encomendadas tanto en España como en Rwanda, donde acogió, educó, acompañó, cuidó y sirvió “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”.
Damos gracias al Señor por la vida de Hna. Nati; una vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.
Fue llamada a la Casa del Padre el día 26 de abril de 2024 en la Comunidad de Hermanas de Collado Villalba (Madrid - España), a los 73 años de edad y 53 de Vida Religiosa.
¡DESCANSE EN PAZ!