Gloria Laperal Gracia

Le has concedido el deseo de su corazón…
Le concedes bendiciones incesantes,
la colmas de gozo en tu presencia.
(Sal 20,3.7)

Nació en Zaragoza (España) el día 2 de septiembre de 1934.

Comenzó el Postulantado el día 4 de diciembre de 1957. El día 15 de junio de 1958 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de junio de 1960. Hizo su Profesión Perpetua el día 18 de junio de 1965.

Formó parte de las siguientes Comunidades:

  • Centro Anticanceroso “Óscar Lambret”, Lille (Francia).
  • Hermanas Profesas de la Casa General, Zaragoza (España).
  • Casa “Madre Ràfols”, Vilafranca del Penedès (Barcelona – España).
  • Hospital Comarcal, Vilafranca del Penedès (Barcelona – España).
  • Hermanas Profesas de la Casa General, Zaragoza (España).

Tras hacer los Primeros Votos, Hna. Gloria fue enviada al Centro Anticanceroso “Óscar Lambret”, en Lille (Francia), donde estuvo 17 años atendiendo esmeradamente y con diligente cuidado, acompañando el dolor y la espera de pacientes y familias, producidos por esta implacable enfermedad.

En el año 1978, la disponibilidad la trajo de nuevo a España, y se incorporó a la Comunidad de Profesas de la Casa General. El año siguiente fue enviada a la Residencia Madre Ràfols, de Vilafranca del Penedès, y al Hospital Comarcal de la misma ciudad.

En 1980 se incorporó definitivamente a la Comunidad de Profesas de la Casa General, donde permaneció casi 36 años siendo Hermana “para todo”, desde el Que por el ruido nadie sepa que existimos: 
Siendo responsable de los Comedores de la Casa, tanto de la Comunidad como de los grupos y visitas, con todo lo que ello implicaba de vajilla y de servicio; acercándose a la cocina para ayudar a limpiar la verdura, preparar pastas o lo que hiciera falta; pasando horas en su “almacén” de la antigua casa contigua a la Casa General, y más tarde en el garaje, con un gran espíritu misionero, preparando cajas para enviar a Cuba con diferentes productos de primera necesidad; cogiendo rosas de la huerta, que luego lucían en distintos sagrarios de la Casa, como en la tribuna de la vela, en el oratorio de la Enfermería o en el del Consejo General; alegrando el día a día con sus chistes del Calendario del Corazón de Jesús y de la Revista “El Mensajero de San Antonio”, o celebrando, con su pañuelo baturro al cuello, las fiestas de la Virgen del Pilar…

¡Cuántas generaciones de Hermanas que vivimos en la Casa General, aprendimos a poner adecuadamente la mesa y a servir a Hermanas y a huéspedes con todo detalle, como si Jesús mismo fuera el invitado, respaldadas por Hna. Gloria que permanecía en la retaguardia, ayudando a limpiar bandejas y a fregar, facilitando nuestro servicio con sus firmes y apropiadas indicaciones!

Hna. Gloria vivía ya casi de regalo desde hacía tiempo. A finales del año 2014, una operación a corazón abierto a punto estuvo de llevarla a los brazos de nuestro Padre Dios. Desde entonces, aprendió a ir más despacio, a acoger con sencillez su última boleta a la Enfermería de la Casa General, a vivir itinerante entre el Hospital y su Comunidad, a ser consciente de que la “hermana muerte” caminaba a su lado, a seguir siendo presencia significativa desde nuestro Carisma de Hermanas de la Caridad, manifestando que el amor de Dios la sostenía, participando de su anonadamiento con serenidad, aceptando los servicios que necesitaba en actitud de humildad y de gratitud. (Cf. Const. 42)

Durante todo ese tiempo, la certeza de Dios habitando su vida y manifestado a través de sus Hermanas de Comunidad, de sus hermanos, de su cuñado y de sus sobrinos, de Hermanas de Comunidades cercanas, de amigos… fueron cariño sanador, fuerza y consuelo, vida compartida en la espera de la Vida.

Cinco días antes de su fallecimiento tuvo que volver a ser hospitalizada, esta vez en el Hospital de Nuestra Señora de Gracia, cuna de nuestra Congregación, donde su corazón, que tanto vivió y a tantos se entregó, dejó de latir en la tierra para seguir latiendo para siempre en el Corazón de nuestro Dios.

Hna. Gloria pasó por el mundo haciendo el bien, queriendo mucho a sus Hermanas, siendo cauce de la fuerza sanadora de Dios, de la acogida con todo detalle, de la preocupación por los más pobres y necesitados. Vivió la Hospitalidad y el estilo evangelizador de nuestros Fundadores y Primeras Hermanas.

Hna. Gloria fue una mujer de Dios, una Hermana de la Caridad, que sabía de Quién se había fiado y con Quién dejaba pasar el tiempo en su presencia. Fue una Hermana de un gran espíritu de sacrificio y de trabajo, de carácter firme y sereno a la vez, disponible, responsable, servicial, agradecida… que descubrió escuchando a Dios, que su Misión era ser en el mundo signo visible del Reino, mediante el ejercicio de la Caridad y anuncio explícito del Evangelio, en Francia y en España, aliviando el dolor y posibilitando el paso a la Vida, entre comedores y cajas, en el sencillo estar cotidiano, siendo siempre signo del amor y de la misericordia de nuestro Dios.

Damos gracias a Dios por la vida de Hna. Gloria; una vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 5 de mayo de 2016 en la Comunidad de Hermanas Profesas de la Casa General, en Zaragoza (España), a los 81 años de edad y 57 de Vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!

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