Celina Gómez Ochoa

En la vida y en la muerte somos del Señor.
(Romanos 14,7-12)
Nació en Molagavita (Santander – Colombia) el día 6 de octubre de 1941. Fueron dos Hermanas en la Congregación: Celina y Fany.
Comenzó el Postulantado el día 4 de diciembre de 1963. El día 15 de junio de 1964 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de junio de 1966. Hizo su Profesión Perpetua el día 15 de diciembre de 1973.
Formó parte de las siguientes Comunidades:
- Normal “Santa Ana”, Mariquita (Cundinamarca – Colombia).
- Colegio “Nuestra Señora del Pilar-Chapinero”, Bogotá (Colombia). En tres ocasiones, una de ellas como Superiora.
- Colegio “Nuestra Señora del Pilar”, La Uvita (Boyacá – Colombia).
- Colegio “Nuestra Señora del Pilar-Sur”, Bogotá (Colombia).
- Normal “María Auxiliadora”, San Andrés (Santander – Colombia).
- Colegio “Santa Ana”, Mariquita (Cundinamarca – Colombia).
- Colegio “Nuestra Señora del Socorro”, Guaca (Santander – Colombia), donde ejerció el servicio de Superiora.
- Liceo Departamental, Guatapé (Antioquia - Colombia), donde ejerció el servicio de Superiora.
- Institución Educativa “San Agustín”, Popayán (Cauca – Colombia), donde ejerció el servicio de Superiora.
- Villa “Santa Ana”, Chía (Cundinamarca – Colombia). En tres ocasiones, donde ejerció los servicios de Superiora en tres ocasiones, y de Formadora de Postulantes, en una.
- Casa Provincial de la Provincia de San José, Bogotá (Colombia).
- Casa Juniorado, Bogotá (Colombia), donde ejerció el servicio de Formadora de Hermanas Junioras.
- Casa de Espiritualidad “San José”, Suba – Bogotá (Colombia), donde ejerció el servicio de Superiora.
- Colegio “Nuestra Señora del Pilar-Chapinero”, Bogotá (Colombia), donde ejerció el servicio de Superiora.
- Colegio “Santa Ana”, Bucaramanga (Santander – Colombia).
Hermana Celina, con su testimonio de entrega de forma especial en el Ministerio Pastoral de Educación, dio siempre una respuesta a las necesidades que surgieron en su camino.
Estuvo siempre disponible para prestar sus servicios como Hermana de la Caridad de Santa Ana en diferentes Instituciones Educativas, pero también, en muchas ocasiones, como Superiora de las Comunidades y como Formadora de nuestras Hermanas Postulantes y Junioras.
Hna Celina fue una mujer sencilla, cercana, atenta a la escucha de los demás, con espíritu festivo. Se desvelaba por la atención a los niños a su cargo. Se dedicó también a la juventud, tanto en los lugares donde desarrollaba sus tareas como también con las Hermanas jóvenes de la Congregación en formación.
Persona humilde, orante, con respeto hacia las personas, generosa en las tareas encomendadas, sabía compartir con los demás lo que era y lo que tenía, alegre, persona fiel, amante de la Congregación, disponible y obediente a los destinos que la Provincia le pedía, colaboradora, detallista, protectora de los Sacerdotes a quienes acompañaba espiritualmente con cariño.
En las Parroquias donde se encontraba, siempre estaba atenta a las necesidades y convocaba a la Comunidad de Hermanas a colaborar en las actividades pastorales y sociales que se programaban.
Intuía las necesidades de las personas. Cercana con las familias de las Hermanas de la Comunidad. Donde fue destinada, daba lo mejor de sí, favoreciendo los espacios de fraternidad, aún en los momentos de dificultad. Siempre estuvo muy unida a su familia a quienes convocaba y acompañaba con su consejo, escucha, alegría, invitándolos al perdón y a la unidad.
En su Comunidad de Bucaramanga fue diagnosticada con cáncer y se hace lo posible por darle cambio a Bogotá, pensando en los tratamientos, pero los médicos dijeron que era algo imposible en su estado de salud. Por lo tanto, se le brindaron todas las atenciones médicas en Bucaramanga.
La Comunidad de Hermanas le ofreció todo lo necesario a nivel integral, para que todo su proceso fuese más llevadero, no solamente en lo que respecta a la parte médica, sino en cuidados, desvelos, entrega, en fin, acompañamiento lleno de cariño, respeto y entrega a nuestra Hermana que padeció su enfermedad con una gran entereza. Su hermana Carmen Aminta fue incondicional y la acompañó en todo el proceso de enfermedad, siempre dispuesta para estar presente cuando fuese necesario.
Hna. Celina fue un regalo de Dios para la Congregación, en las distintas tareas que le fueron encomendadas, principalmente en el Ministerio Pastoral de Educación, donde acogió, educó, acompañó, lideró y sirvió “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”.
Damos gracias a Dios por su vida dedicada al Señor; por su ser mujer de Dios, gesto de Hospitalidad, vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados, a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.
Fue llamada a la Casa del Padre el día 3 de mayo de 2023, en la Comunidad del Colegio “Santa Ana”, en Bucaramanga (Santander - Colombia), a los 81 años de edad y 60 de Vida Religiosa.
¡DESCANSE EN PAZ!