María del Valle García Pascual

Lo que habéis recibido gratis, dadlo gratis. 
(Mt 10,8)

Nació en Briviesca (Burgos - España) el día 16 de febrero de 1934.

Comenzó el Postulantado el día 27 de noviembre de 1960. El día 15 de junio de 1961 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de junio de 1963. Hizo su Profesión Perpetua el día 15 de junio de 1968.

Formó parte de las siguientes Comunidades:

  • Colegio “Santa Ana”, Estella (Navarra – España).
  • Colegio “La Inmaculada”, Ampuero (Cantabria – España). En dos ocasiones.
  • Colegio de Mendavia (Navarra – España).
  • Colegio “La Inmaculada”, Peñafiel (Valladolid – España).
  • Ciudad Sanitaria “Juan Canalejo”, El Burgo (La Coruña - España).
  • Casa “Hogar Belén”, Santander (Cantabria – España).
  • Hospital “Nuestra Señora del Rosario”, Madrid (España).

Hna. Valle siempre tuvo una preferencia especial por los más desfavorecidos. Nunca ahorró esfuerzos ni tiempo por atender y acompañar con todo detalle a quien ella percibía más solo, o más desvalido.  Le salía del corazón y nunca se dio importancia. 

Fue una mujer disponible. Muchas Comunidades de la Provincia del Sagrado Corazón de Jesús pudieron contar con ella en el tiempo de verano; se ofrecía para reforzar las Comunidades que lo precisaban. Pero también se ofreció durante muchos años para acompañar a los enfermos de la Hospitalidad de Lourdes.

Locuaz, sencilla, ingenua, austera, humilde y entregada, supo empatizar con los niños y entenderse con ellos. 

Mantuvo siempre una excelente relación con su familia, con sus sobrinos. 

De su amor por la Virgen, por la Congregación y de su constante búsqueda de Dios somos testigos quienes hemos vivido con ella.

En la enfermedad confió dócilmente, supo dejarse cuidar y dejar que el Señor le mostrara el camino que la ha llevado a contemplar su Rostro. 

En cada Comunidad en las que compartió la vida y misión fue testimonio viviente del valor de la gratuidad. En Santander, los trabajadores de Cáritas y los que viven en la Comunidad, la recuerdan con muchísimo cariño. Y además de todo esto, tuvo siempre un gran sentido del humor. 

Hna. Valle fue un regalo de Dios para la Congregación y en las distintas tareas que le fueron encomendadas donde acogió, educó, curó, acompañó y sirvió “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”. 

Damos gracias al Señor por la vida de Hna. Valle; una vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 9 de julio de 2015 en la Comunidad del Hospital “Nuestra Señora del Rosario”, en Madrid (España), a los 81 años de edad y 54 de vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!

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