Josefina Capuz Pascual

Tú cuidas de la tierra, la riegas y la enriqueces sin medida […] riegas los surcos […] tu llovizna los deja mullidos, bendices sus brotes […] coronas el año con tus bienes […] las colinas se orlan de alegría. (Sal 64)

Nació en Valencia (España) el día 28 de julio de 1924. Fueron dos Hermanas en nuestra Congregación, Carmen y Josefina.

Comenzó el Postulantado el día 2 de junio de 1944. El día 15 de septiembre de 1944 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de marzo de 1947. Hizo su Profesión Perpetua el día 15 de marzo de 1952.

Formó parte de las siguientes Comunidades:
-    Parque-Colegio “Santa Ana”, Valencia (España).
-    Hospital “Casa de Salud”, Valencia (España).

Hna. Capuz, así la llamamos siempre, fue destinada al Parque-Colegio tras su profesión temporal, Colegio en el que había sido alumna y en el que había descubierto, aprendido y acogido el carisma de la Caridad en infinidad de detalles que intentó hacer forma de vida, expresión de misericordia.

Siempre se caracterizó por su capacidad de acogida y discreción. Hizo de la portería del Colegio su particular Mateo 25, espacio de hospitalidad y bendición para tantas personas que llamaban a la puerta (padres y alumnos, trabajadores y profesorado). Su trabajo muchas veces consistía en ver, escuchar, acompañar, pero también callar. Y lo hizo muy bien porque era, además de una religiosa enamorada de su vocación y de Jesús, a quién siempre amó y sirvió, muy educada. Casi podríamos decir exquisita en el trato. Nunca le molestó un niño, una niña, incluso en los últimos años que estuvo en la portería, ya mayor.

Otra de sus tareas fue acompañar la Asociación de Antiguas Alumnas; ella era un puente de unión entre el Colegio y la Junta: las escuchaba, compartía sus ilusiones, disfrutaba con sus chascarrillos y también, de sus salidas y celebraciones. Le tenían un gran respeto y un gran cariño, y es que siempre fue para ellas, apoyo y cercanía.

Era una mujer fervorosa, espiritual, que, desde las actividades más cotidianas, sabía unirse al Señor y desde Él tener para todos los que se acercaban una sonrisa y una atención especial. En sus últimos años, la enfermedad la tenía muy mermada, y en sus momentos de lucidez todavía tenía la palabra certera y el gesto oportuno.

Era una mujer familiar, hablaba de sus padres con un gran respeto y admiración; sus hermanas y sobrinos estuvieron siempre muy presentes en sus conversaciones. 

La enfermedad fue debilitándola poco a poco. Consciente del paso a la vida, celebró, con gran serenidad y alegría el sacramento de la Unción de Enfermos, agradeciendo la presencia de todas las Hermanas de la Comunidad junto con las Hermanas de la Comunidad del Parque-Colegio “Santa Ana”, donde había pasado prácticamente toda su vida, hasta que, en agosto de 2016, se incorporó a su actual Comunidad por precisar de cuidados más especializados.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 13 de junio de 2018, en la Comunidad del Hospital “Casa de Salud”, en Valencia (España), a los 93 años de edad y 73 de Vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!

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