Bernardita Calderón Mora

Para Ti toda mi música, Señor.
(Salmo 101)

Nació en San Isidro El General (San José – Costa Rica) el 11 de julio de 1966.

Comenzó el Postulantado el día 19 de mayo de 1985. El día 8 de diciembre de 1985 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 8 de diciembre de 1987. Hizo su Profesión Perpetua el día 25 de enero de 1994.

Formó parte de las siguientes Comunidades:

  • Colegio “Santa Ana”, Liberia (Guanacaste – Costa Rica). En tres ocasiones.
  • Centro Apostólico “Juan Bonal”, Aguadulce (Panamá). En dos ocasiones.
  • Colegio “Nuestra Señora del Pilar”, Escazú (San José – Costa Rica). Delegada de Pastoral Vocacional y Animación Misionera.
  • Casa Juniorado de la Provincia de Madre Râfols, Llorente de Tibás (San José - Costa Rica). Auxiliar de la Hermana Formadora de Junioras.
  • Casa Provincial de la Provincia de Madre Ràfols, Llorente de Tibás (San José – Costa Rica).
  • Colegio “La Inmaculada”, Cobán (Alta Verapaz – Guatemala).
  • Residencia de Jóvenes “María Ràfols”, Altos del Chase (Panamá). En dos ocasiones.
  • Hogar Montserrat, Barranca (Puntarenas – Costa Rica). Superiora.
  • Residencia Geriátrica “Juan Bonal”, Llorente de Tibás (San José – Costa Rica).

Hna. Bernardita se entregó plenamente y con entusiasmo a niños y jóvenes desde la tarea educativa y pastoral, ofreciendo la Buena Nueva, en las clases de Religión. 

Fue Delegada Provincial de Pastoral Vocacional y Animación Misionera, Ámbitos claves en su consagración, pues, el poder contagiar e invitar a los jóvenes a discernir un posible llamado y el sentido misionero de la vocación cristiana, fue algo muy importante en su ser de consagrada.

Desplegó sus actividades en diversos pueblos, espacios y lugares a donde era llamada, especialmente su trabajo en las Obras Misionales Pontificias, a nivel Nacional, donde pudo colaborar muy de cerca con el Padre Duran (+), incansable propagador de las Misiones.

También colaboró en el delicado e importante servicio del equipo de Formación de Juniorado, donde compartió su entusiasmo y alegría de su llamado vocacional con las Hermanas Junioras, durante dos años. 

Las circunstancias de salud le llevaron a permanecer en la Casa Provincial a causa de una retención de orina e infección del tracto urinario. Se recuperó y la pasión y exigencia que experimentaba por proclamar la Palabra de Dios en alguna comunidad de Pastoral, le llevó a salir de su tierra a Guatemala y Panamá.

En su última Comunidad, su querida Comunidad del Hogar Montserrat, atiendió y acogió a niños de familias desintegradas. Ahí desplegó sus dones en favor de estos niños y niñas carentes de afecto, cuidado y atención. 

Esta Comunidad de Hermanas y niños fueron testigos cercanos y confortantes en muchos momentos de su enfermedad. En diciembre del 2013, inicia el proceso, donde después de varios estudios fue diagnosticada de un tumor maligno en ovario derecho. Al momento se pensó en retirarla de toda responsabilidad de tareas y cargos, para favorecer su estado de salud, pero ella manifestó que por favor no la separaran del Hogar Montserrat, que agradecía el gesto, pero ella necesitaba continuar en esa Comunidad y cerca de esos niños que le necesitaban.

Continúo como Superiora de la Comunidad y Directora del Hogar Montserrat, disminuyendo sus actividades y tomando los recesos de descanso requeridos por el tratamiento. Siempre estuvo muy cercana a la vida de las Parroquias y de las actividades de la Vida Religiosa de su Diócesis, y fue nombrada Presidenta de la Comisión Diocesana de las Religiosas en Puntarenas, por dos años.

Hna. Bernardita fue alternando la mayor parte del proceso de enfermedad en la Comunidad de Hermanas de la Residencia Provincial y los últimos quince días en la Residencia Geriátrica Juan Bonal, cerca de las Hermanas y Residentes que le acogieron y confortaron.

En estas circunstancias de enfermedad el Señor le regaló una gran fortaleza. Fue desde el silencio y el dolor como vivió esta última etapa de su vida, unida a la pasión de Cristo. Ella aprovechó su situación de enferma para seguir viviendo el Carisma de nuestra Congregación con confianza y segura de que el Señor era quien guiaba y acompañaba su vida en todo momento.

Finalmente, libre de toda atadura y dolor, y con muchos espacios y momentos para decirle adiós, se fue al encuentro del Señor que le llamaba a vivir la plenitud de una vida nueva y mejor, donde todo es luz y vida. 

Hna. Bernardita nos dejó como herencia ese gran amor a la Iglesia, a las misiones, a la Congregación, a la Evangelización, a las Vocaciones, todo ello vivido con pasión y entusiasmo. 

Damos gracias a Dios por su vida dedicada al Señor; por su ejemplo y la lección dada con su propia vida; por el recuerdo y el testimonio de su vida alegre y entusiasta; por ser mujer de Dios, gesto de Hospitalidad, vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados, a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 9 de marzo de 2017, en la Comunidad de la Residencia Geriátrica “Juan Bonal”, en Llorente de Tibás (San José – Costa Rica), a los 50 años de edad y 29 de Vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!

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