Este es el día en que actuó el Señor: sea nuestra alegría y nuestro gozo. 
(Sal 117)

Nació en Aguas (Huesca - España) el día 31 de julio de 1926.

Comenzó el Postulantado el día 27 de febrero de 1953. El día 15 de septiembre de 1953 inició el Noviciado y pronunció los Primeros Votos el día 15 de septiembre de 1955. Hizo su Profesión Perpetua el día 18 de diciembre de 1960.

Formó parte de las siguientes Comunidades:

• Dispensario Antituberculoso, Zaragoza (España).
• Colonia Escolar “Nuestra Señora de Cogullaga”, Zaragoza (España).
• Clínica del Doctor Lozano, Zaragoza (España).
• Seminario Metropolitano de Zaragoza (España).
• Casa Procura, Roma (Italia).
• Hermanas Profesas de la Casa General, Zaragoza (España).

Hna. Dora fue un regalo de Dios para la Congregación y en las distintas tareas que le fueron encomendadas donde acogió, curó, educó, acompañó, dio de comer y sirvió “con el mayor cuidado, con todo detalle, con todo amor”. 

Después de 28 años en la Casa Procura, en Roma (Italia), donde estuvo pendiente de las necesidades de sus Hermanas de Comunidad, de las jóvenes de la Residencia y de los distintos huéspedes que por allí pasaban, se incorporó a la Comunidad de Hermanas Profesas de la Casa General, en Zaragoza (España), donde, ya jubilada, siguió entregándose a Dios y a la Congregación con el mayor cuidado, con todo amor, en lo cotidiano de las tareas de la casa en la que, apoyando al Consejo General, siempre hay “algo que hacer”, algún servicio que prestar…

El día 1 de enero de 2014, estrenó el nuevo año subiendo un piso de la casa para incorporarse a la Enfermería de la Casa General, donde paso a paso, ha ido culminando su abandonarse totalmente a Dios, que se le mostraba a través de la atención cariñosa y cercana de quienes la atendían, la cuidaban y acompañaban, de quienes se acercaban a ella para contagiarse de su creciente paz, mansedumbre, gratitud, alegría…

¡Quién de nosotras no ha jugueteado con ella en ese juego de infancia espiritual rodeadas de sus “muñecos” a los que ella y nosotras dábamos vida y movimiento! ¡Quién de nosotras no ha visto centellear de alegría sus ojos cuando la llamábamos por su nombre o la abrazábamos llenándola de carantoñas!

Al terminar la Octava de Pascua, en la primera hora de la tarde, Hna. Dora pasó a jugar a otro juego, el de la plenitud, con otros jugadores: los ángeles. Ellos se han alegrado de recibirla y a ella los ojos aún le habrán centelleado más por el resplandor de la vida nueva, la definitiva Pascua.

Damos gracias a Dios por la larga vida de Hna. Dora; una vida entregada al Señor Jesús y, en Él, al servicio de sus Hermanas y hermanos, especialmente de los más pobres y necesitados a ejemplo de nuestros Fundadores; una vida tejida de gestos de Caridad hecha Hospitalidad.

Fue llamada a la Casa del Padre el día 24 de abril de 2022 en la Comunidad de Hermanas Profesas de la Casa General, en Zaragoza (España), a los 95 años de edad y 66 de Vida Religiosa.

¡DESCANSE EN PAZ!