253 ANIVERSARIO DEL NACIMIENTO DEL PADRE JUAN BONAL

El próximo 24 de agosto celebramos el 253 aniversario del nacimiento, en Terrades (Girona - España), de nuestro Fundador, P. Juan Bonal Cortada, héroe de la Caridad.

Es un acontecimiento que nos llena de un profundo agradecimiento y de una gran alegría.

En este tiempo de pandemia, tan necesitado de oración confiada, de mirada que transmita acogida, esperanza y paz, de gesto que acompañe en el dolor y en el miedo, el P. Juan nos sigue recordando la llamada de Dios a ser signos visibles del Reino, desde el ejercicio de la Caridad y el anuncio del Evangelio, como Hermanas de la Caridad de Santa Ana y como Laicos de la Familia Santa Ana.

“La vida de Bonal discurre sin pausa al servicio de los enfermos, o mejor, se consume en aras de la caridad, de una caridad auténticamente HEROICA.

Si el HEROÍSMO se manifiesta aparentemente con más fulgor en momentos que parecen exigir hasta el último aliento de las posibilidades humanas, como fueron los de los Sitios, no es menor en los largos años de paz que siguieron a aquella efemérides célebre en los anales de la Ciudad Inmortal.

Sólo con HEROÍSMO se podía asistir a los prisioneros apestados de Torrero, pedir limosnas por las calles zaragozanas, recorrer pueblos -algunos miserables- en demanda de limosna, sin rechazar las ofertas más modestas como trapos para vendas e hilaza para hacer lienzos.

Sólo con HEROÍSMO se podían sufrir incomodidades, humillaciones, inclemencias de tiempo, peligros de bandoleros, escrupulosas rendiciones de cuentas, la separación de la Hermandad por él fundada, hasta detenciones y secuestro de las limosnas recogidas.

Nadie podrá adivinar el HEROÍSMO que encierran esas interminables listas de villas y lugares recorridos, en que sólo se registra puntualmente -y por obligación- hasta el último real o maravedí cobrado o gastado, mientras se silencian el cupo de fatiga, de dolor y de desprecio que suponía tan pesado ministerio, y la irradiación espiritual que implicaban la predicación y sobre todo las largas horas transcurridas en la penumbra de los confesonarios.

Existe un HEROÍSMO fulgurante y aparatoso, y otro silencioso y sin brillo. De ambos se puede hablar en la vida de Mosén Bonal, y acaso más del segundo que del primero; a lo menos fue más continuado y no tuvo la compensación de la gloria humana.”

- P. José Ignacio Tellechea -

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